Los masones fueron protagonistas esenciales de la vida política de la Argentina en períodos cruciales de su historia.  Si bien los encontraremos a veces formando parte de facciones enfrentadas por la política nacional o con ideas económicas diferentes, los unía la defensa de la libertad de pensamiento. Su accionar a favor del librepensamiento, contra el absolutismo y por la educación laica les valieron el odio de las dictaduras de turno y de los grupos antidemocráticos y oscurantistas, tal como ocurrió en todo el mundo.  

 

INICIO DE LA MASONERÍA EN LA ARGENTINA

Viajeros, comerciantes, militares, intelectuales procedentes de Inglaterra, España, Francia y Portugal, difundieron Masonería  en América del Sur. Aproximadamente en 1795 se crea en Buenos Aires la “Logia Independencia”, que fue la primera en territorio Argentino.

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DEL DOMINIO ESPAÑOL (1810-1824)

El dominio de la corona de España se caracterizaba por impedir el crecimiento de sus colonias, tanto en el aspecto económico como cultural, así como la discriminación en contra de los nativos, aunque fueran de estirpe española. El hartazgo que esto producía encontró la oportunidad de expresarse cuando Napoleón depone al Rey de España en 1808.

Se puede decir sin temor a equivocarse que, en gran parte, esta lucha fue inspirada y llevada a cabo por masones, aunque hallar documentación fehaciente respecto a la historia masónica de esta época es muy difícil, ya que debían actuar en forma secreta y evitar dejar rastros, porque ser descubiertos podía significar la prisión o, peor aún, la tortura y la muerte.

En 1810 el movimiento revolucionario depone al Virrey español, y establece una  Junta de Gobierno que estaba integrada por nueve patriotas, ocho de los cuales eran masones.  Se destacaron especialmente Manuel Belgrano y Mariano Moreno.

Entre 1811 y 1814 gobiernan sucesivamente el Primer y Segundo Triunvirato, cuyos integrantes, inclusive los secretarios, fueron todos masones salvo uno.

Entre 1814 y 1820 se desempeñan siete Directores Supremos, de los cuales sólo uno no era masón.

 En los primeros años del siglo en España se había iniciado un movimiento liberal contra el absolutismo, en el cual los masones tienen una destacada actuación, a pesar de la feroz persecución que sufren. José de San Martín, que servía como oficial en el ejército español, se conecta con ellos y se inicia en una Logia en Cádiz; en 1812 regresa a su América natal junto con otros oficiales latinoamericanos que habían servido en las fuerzas armadas españolas. Todos ellos se habían iniciado masones en España y estaban dispuestos a combatir por la Independencia de su tierra.

San Martín funda la Logia operativa Lautaro, cuyo objetivo exclusivo será la liberación de América del yugo español; de esta derivan otras logias “lautarinas” cuyo objetivo central era liberar a Chile y al Perú, en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santiago de Chile, incluyendo numerosos oficiales del Ejército de los Andes y en el de la Campaña del Perú.

Durante  Asamblea del año 1813, por inspiración de San Martín y de la Logia Lautaro, se logró la llamada “liberación de vientres”, que es decir la liberación de los hijos por nacer de padres esclavos. El fin de la esclavitud recién se logró en 1853 cuando se dicta la Constitución Nacional.

GUERRA CIVIL Y DICTADURA DE ROSAS (1824-1852)

Durante la dictadura de Juan Manuel de Rosas (1829-1852),  un grupo de jóvenes y brillantes intelectuales, en su mayoría masones, conocidos hoy como la “Generación del 37”,  fue tolerado inicialmente, pero luego debieron exiliarse, por discrepar con el gobierno. Sin embargo también hubo algunos masones que formaron parte del gobierno rosista.

DESDE LA ORGANIZACIÓN NACIONAL (1852)  HASTA EL PRIMER GOLPE MILITAR (1930)

Tras la caída de Rosas se produce un gran florecimiento de la actividad masónica, comenzando por la creación de numerosas logias de extranjeros residentes en la Argentina, tales como alemanes, ingleses, franceses, españoles e italianos.

El General Justo J. de Urquiza, quien había derrotado a Rosas, alentó la formación de logias como fórmula de entendimiento mutuo y fraternización a fin de poder enfrentar un proceso de unidad nacional en un país dividido, disgregado, sometido a toda clase de presiones externas.

En 1858 se crea la Gran Logia de la Argentina.

Uno de los grandes  aportes de la Masonería fue influir para que la Educación en la Argentina fuera pública, gratuita, laica y de calidad. En esa tarea se destacó entre otros, Domingo Faustino Sarmiento, Presidente de la República y Gran Maestre de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones. Para lograr la integración y sana convivencia de la enorme cantidad de inmigrantes de diversas nacionalidades y culturas era imprescindible brindar una educación de calidad a sus hijos. Esto se logró de forma extraordinaria, y fue la base para el crecimiento de la Nación y de la movilidad social ascendente que la caracterizó.

La actividad de los masones fue muy importante en el plano social, e impulsaron la creación de numerosas instituciones públicas y privadas, tales como sindicatos, clubes sociales, la Sociedad Rural, la Unión Industrial, hospitales públicos y todos los hospitales de las comunidades extranjeras.

En este período, de los dieciocho presidentes electos, doce pertenecieron a la masonería.  El país experimentó un gran crecimiento  basado en su riqueza agrícola-ganadera y un excelente sistema educativo.

La ola dictatorial nazi-fascista que sacudió al mundo después de la Primer Guerra Mundial llegó también con fuerza a la República Argentina a partir de 1930,  cuando se produce el primer golpe militar y es derrocado el Presidente Irigoyen. A partir de ese momento comienza la decadencia de la Argentina y la Masonería no pudo escapar a esa corriente arrolladora y tuvo que adoptar una posición más prudente para no sucumbir, debiendo recluirse en sus templos.

LA MASONERÍA EN LA ACTUALIDAD

Desde la Restauración de la Democracia en 1983 la Masonería vive un proceso de revitalización, crecimiento numérico y divulgación de sus ideales en la sociedad. Permanentemente se crean logias en todas las ciudades del país, y se incorporan gran cantidad de jóvenes, dándole impulso a todas sus actividades.

La posición de la Masonería Argentina, en lo que respecta a los grandes problemas nacionales e internacionales, puede resumirse en la defensa de tres objetivos  capitales:

·         la democracia, porque es el sistema en que el individuo cuenta con más probabilidades de ver respetados sus derechos.

·         la libertad, tanto material como espiritual, porque es la condición  sine qua non para el desarrollo integral de la personalidad humana.

·         el laicismo, o sea la neutralidad religiosa del Estado, que debe ser independiente de toda institución religiosa; propugnando la enseñanza laica en las escuelas, como elemento básico del respeto a todas las creencias, y la defensa de la libertad de conciencia.


La Masonería  tiene hoy en día como temas principales:

·         Los problemas de la destrucción ecológica, la deforestación, la contaminación del aire, la escasez y contaminación de las fuentes de agua, la sobreexplotación de los recursos marítimos, el  desperdicio de los recursos naturales, el aumento demográfico incontrolado, el incremento de la temperatura del planeta, con los consecuentes trastornos meteorológicos.

·          La desigualdad social con el problema del hambre y la falta de viviendas dignas, la escasez del empleo y la exclusión del sistema de gran número de la población activa, el analfabetismo.

 

·         El vertiginoso desarrollo tecnológico el consecuente problema de readaptación de la fuerza de trabajo; la expansión del consumo de drogas, etc.

Close Menu